Y aunque no lo creas sucede en ocasiones, que acabas siendo infiel a la misma persona con la que engañas a tu pareja oficial, es decir, a tu amante, sucursal, la otra, la amiga especial o como le quieras llamar.
Esta infidelidad tiene distintas dimensiones que van desde aventuras ocasionales con otras mujeres pasando por breves romances (los cuales una vez terminados, continuas junto a tu amante, sucursal, la otra, la amiga especial o como le quiera llamar), hasta verdaderas relaciones en las que finalmente optas por dejar incluso hasta a tu pareja oficial para permanecer junto a tu nueva amante, sucursal, la otra, la amiga especial o como le quieras llamar.
Cualquiera que sea la dimensión de la infidelidad con tu amante, aquí me ocupare de presentar ciertos tips sobre como sobrellevar esta segunda instancia de infidelidad y desde luego lo puedes extrapolar a mas relaciones.
Una tercera persona exige mayor cautela
En primer termino, es importante destacar que se debe aumentar la cautela y el mecanismo de seguridad con tu pareja oficial, bruja, esposa o como le quieras llamar, en lo relativo con tu nueva amante, sucursal, amiga especial, la otra o como le quieras llamar. En efecto, si de por sí ya es difícil esconder a una mujer, imagina lo que significa esconder a dos y además pensar que hay una tercera rondando.
En cuanto a tu pareja oficial, se aplicaran todas las recomendaciones hasta aquí formuladas respecto a precauciones que aseguren el secreto de la existencia de una amante.
El error muy común en el que incurren muchos cazadores infieles es el de relajar y olvidar las precauciones, usualmente observadas con la primera amante, en relación con la existencia de la segunda. En estas circunstancias, no resulta raro que después de haber sobrellevado tanto tiempo y con gran habilidad una primera relación paralela, un hombre comete errores en la segunda, lo que tarde o temprano llevara a tu pareja oficial a descubrir esta (segunda) vinculación, e incluso adicionalmente, a veces, hasta la primera. Es cuando estos cazadores infieles de vocación sienten que todo se derrumba: se quedan como dice el dicho sin el pan y a veces sin la tortilla.
Por eso recuerda que debes tener mucho cuidado, igual cantidad de cautela y precauciones ensayadas con tu pareja oficial, en todas y cada una de las relaciones paralelas en las que te aventures.
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