Como indique ayer, seguiremos con estas situaciones especiales que debemos salir bien librados para evitar despertar sospechas en nuestra pareja, firme, bruja, o como le quieras decir.
Cabellos entre su ropa o cepillo de cabello diferentes a los de tu pareja
Este caso es uno de los clásicos, que si no se sabe manejar desata tormentas. En esta caso un gran amigo mío utilizo el siguiente argumento: le dijo a la esposa que una compañera de trabajo le pidió prestado su peine o cepillo, ya que iba a una reunión de negocios muy importante, razón por la que necesitaba presentarse correctamente arreglada y a dicha persona se le olvido traer su cepillo de cabello. Sin embargo me acuerdo que conociendo como era su bruja, en cuanto pudo llamo a la persona que utilizo como coartada y le pidió que si su mujer la llamaba le confirmara la versión. En este caso es evidente que la persona a la que tu uses como coartada deber ser alguien en quien confíes. Sin embargo recuerda entre menos la gente sepa de tus aventuras es mejor, porque ya lo dice un viejo proverbio chino: el hombre es esclavo de lo que dice.
Así que este tipo de argumentos de utilizar a alguien como coartada es un ultimo recurso.
Tu amante te telefonea cuando estaba cerca tu pareja
En ocasiones, debido a la naturaleza del caso, no podras evitar que te llame a tu teléfono celular tu amante por un asunto sumamente importante. En este caso (y si se halla presente tu pareja, bruja, esposa o como quieras llamarle), asegúrate de haber coordinado con ella los códigos con que se comunicaran para indicarle que no se puede hablar ya que hay moros en la costa.
Si aun así tu sucursal, amante, amiga especial o como le llames, insiste y debes hablar con ella, léelo bien NUNCA PERO NUNCA FINJAS QUE HABLAS CON UN HOMBRE, tu pareja, bruja o como quieras llamarle lo notara, ya sea por el volumen de voz de la persona, que a veces por la cercanía tu pareja la escucha (tal vez en ese momento están acostado en el dormitorio de tu hogar) o por simple intuición, quizá porque te comportas con nerviosismo y miras a tu pareja, bruja o firme de manera anormal. En estos casos, dirijete con naturalidad, utiliza quizá el apelativo de señor más un apellido ficticio; también asegúrate de hablarle de usted para dar la imagen de estar hablando con una persona sobre asuntos laborales o de negocios etcétera. Sobra decir que para tales circunstancias tu amante debe estar bien entrenada y no crearte problemas ni hacerte una escena de celos o algo parecido, esperando que le hable como se tratan en la intimidad. Si acaso ella empieza a actuar de esa manera, simula despedirte, cuelgas rápidamente y desconectas de manera disimulada el teléfono. Y por ningún motivo no te precipites en explicar a tu pareja con quien hablabas, pues esto le indicara que te sientes culpable y que necesitas explicarte. Solo si ella te lo solicita, explícale. Asegúrate de ofrecer una muy buena argumentación y sobre todo
MIRA A TU PAREJA A LOS OJOS cuando le des la explicación. Sugiero esto porque a veces el lenguaje corporal nos traiciona y cuando mentimos solemos rehuir la mirada de la otra persona, pues es común que miremos al piso o hacia otro lado, lo que es natural, acto reflejo en cuyo mecanismo fisiológico se basa el detector de mentiras. Por ello esta muy atento a estas actitudes inconscientes y cuídate de no incurrir en las mismas. También otras señales corporales que te pueden delatar serán tocarte la punta de la nariz, las orejas.
Si puedes consíguete un libro que trate sobre el lenguaje corporal y léelo.
Suerte y nos vemos mañana en la que continuare tratando otro tipo de situaciones que se nos pueden presentar el camino
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