8.6.12

Como manejar las suspicacias de tu pareja (quinta parte)

No confíes en tu memoria, mejor anótalo

El buen mentiroso tiene buena memoria. 

Esto lo digo porque en determinadas explicaciones que involucren fechas, personas, debes ser coherente frente a tu pareja, bruja, firme o como le llames.   Nos referimos a las explicaciones que usualmente uno da, por ejemplo, porque llego tarde un día, con quien estuvo almorzando, en que fecha hizo determinado viaje, cuando estuviste en determinado lugar, entre otras.


Estos episodios normalmente se vinculan con los días en que realmente estuvo con la otra y te viste en la necesidad de dar estas explicaciones, es decir tuviste que mentir a tu pareja, bruja, firme o como le llames.  Todos conocemos el refrán popular que reza “la mentira tiene patas cortas”.  Ya que luego de dar una versión de un asunto, a veces uno se olvida de la misma y en otro momento, por error, da otra diferente.

A raíz de que confías en tu memoria estas explicaciones, y esta es frágil, surgen enredos, confusiones y contradicciones comprometedoras.  Si tu eres un empedernido hombre infiel, no puedes ni debes confiar en tu memoria, mejor anótalo todo en una agenda, las fechas en que tu le aseguraste a tu pareja algo en algún lugar.


También si le informaste que anduviste en cierto lugar con una personas (léase tu sucursal), anota el nombre de persona que servirá de coartada, y vinculala con el lugar en cuestión.  No lo olvides:  si te contradices despertaras sospechas en tu pareja, firme, bruja o como le llames.

Un auditor amigo mío, me contó que un día tuvo serios problemas con su mujer porque primero le dijo que estuvo un día hasta tarde en la reunión del colegio, a las que solía asistir, que de regreso lo acompaño un conocido de ambos (Pedro), hasta cerca de la casa.   Varios días después, al comentarse sobre la huelga de actividades de los colegas, cometió el error de quejarse acerca de ellos, pues hacia meses que no asistía a las reuniones, incluyendo en el reclamo a Pedro, sobre quien dijo que hacia por lo menos cinco reuniones que no se aparecía por el colegio.   Lógicamente, la esposa reacciono, con actitud de sospecha  “pero no era Pedro el que estuvo contigo y te acompaño la otra noche cuando llegaste muy tarde?  Realmente, esta persona tuvo que hacer malabares para adecuar las dos versiones contradictorias que había dado sin percatarse

Así que no lo olvidemos, la mejor memoria es la de papel en estas situaciones.


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