6.6.12

Como manejar las suspicacias de tu pareja (tercera parte)

No actúes muy solicito, eso aumenta la desconfianza

Si en un momento dado tu pareja revela que sospecha de ti, lo peor que puedes hacer es actuar de la noche a la mañana totalmente diferente a lo acostumbrado.   Esto por lo general ocurre en muchos casos.

El hombre infiel amenazado de ser descubiertos y que han actuado de forma indiferente con sus parejas y de pronto se vuelven muy solícitos, atento compañeros cuyo fervor le huele raro a la otra persona.   Tales actitudes se adoptan de manera inconsciente, debido al sentimiento de culpa, de ahí la importancia que tu como hombre infiel te autoobserves contantemente y tomes las previsiones en caso de sospecha por parte de tu pareja, esposa, bruja o como quieras llamarle, por lo que no debes cambiar radicalmente tu trato con ella.


A lo suma, lo lógico será que tu pareja sea del ataque de celos o las suspicacias que la invaden, te reclame que hace tiempo dejaste de tener ciertas atenciones, actitudes y gestas hacia ella.
Y si en el contexto de estos señalamientos, tu le prometes que cambiaras y que estas arrepentido por haberla relegado, esos cambios prometidos tendrán que ejecutarlos gradualmente en tu relación y no de la noche a la mañana, ya que solo aumentaran las sospechas de tu cónyuge.

Recuerda siempre ir de menos a mas en este caso.

Cambia la modalidad de tu relación

Si la situación lo amerita, es decir, si las sospechas de tu pareja, bruja, firme o como quieras llamarle son bastante intensas y amenazan el futuro de tu relación paralela, considera la posibilidad de realizar cambios importantes en la modalidad de los encuentros con tu amante, sucursal, amiga especial o como le llames.

Una de las primeras modificaciones a considerar será variar los horarios de las citas.   Si acaso tu pareja observa con atención tu comportamiento a ciertas horas, tal vez durante el lapso entre el almuerzo y la siestas, tu forzosamente tendrás que asignar otro horario para verte con tu amante.

En tal caso, ella debe ser lo suficientemente flexible y comprensible para, por ejemplo concordar en que se encuentren en la mañana bien temprano, o solo ciertos fines de semana.  Lo cierto es que se tendrá que sacrificar algo de la comodidad del antiguo horario de encuentro, a favor de la segura continuidad de la relación extramatrimonial.

Otro cambio en este sentido es la frecuencia de los encuentros.   Si en determinado momento tu y tu sucursal, amante o como le llames, acostumbraban verse diariamente o muy seguido, la situación requerirá que estén dispuestos a verse (al menos temporalmente) con menos frecuencia, hasta que desaparezcan o se atenúen las sospechas actuales.

Según la gravedad de la situación, incluso puede ser necesario distanciarse por un tiempo, conformándose ambos con solo hablar por teléfono.  

En síntesis, deben estar dispuestos a tomar las decisiones necesarias para darle la continuidad al vinculo con tu otra pareja, aunque esto implique hacer provisoriamente algunos renunciamientos.


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