8.6.12

Como manejar las suspicacias de tu pareja (sexta parte)


Da explicaciones creíbles para situaciones increíbles.

En ciertas ocasiones, por muy cuidadoso que se pueda ser, resulta imposible evitar que ocurran hechos o situaciones difíciles de explicar.  Simplemente los acontecimientos se combinan de manera imprevista y generan situaciones muy comprometedoras, en tales casos conviene pensar con rapidez y recurrir a la creatividad para tener una explicación creíble a lo increíble.  

Por ejemplo un empresario que conozco desde hace tiempo, tenia una amante, a quien le había dado una copia de la llave de la entrada trasera del edificio de su empresa que se comunicaba directamente con su oficina, en una ocasión vivió un momento de esos que hay que tenerlos bien puestos para no sucumbir.   Un día sin que el lo supiera, con motivo de su cumpleaños, su amante vino temprano a la empresa para felicitarlo y como aun no llegaban los empleados ni el negocio estaba abierto al publico, ella utilizo su llave y se sentó a esperar a su pareja en la oficina.   Entonces entre al lugar el cuñado, hermano de la esposa, quien era socio de la empresa y ordinariamente no llegaba temprano a la empresa, además el también tenia su propia llave.  Cual será su sorpresa cuando encontró casi en penumbras a una mujer desconocida para el hasta ese momento, que entro sin forzar ninguna cerradura, es decir, tenia su propia llave.  Ya repuesto de la sorpresa y titubeaste de si se trataba o no de una ladrona, el cuñado atino a preguntarle quien era, que hacia ahí y sobre todo, como había entrado.  Lógicamente, la dama también se asombro y lo único que se le ocurrió decir fue que era amiga del señor fulano (su cuñado).  Por suerte, en medio de la insistencia del cuñado, acerca de cómo había entrado al edificio, llego el empresario, quien, también muy sorprendido, atino a saludar efusivamente a la mujer con un par de besos en la mejilla, como suele hacerse con las amistades, como si efectivamente no le sorprendiese verla allí.   Luego, inmediatamente fingió que era un cliente (de confianza) que venia de otra ciudad con quien el había charlado telefónicamente la tarde anterior, que se habían puesto de acuerdo para reunirse a primera hora en la mañana.  Fue así, le explico al cuñado que le explico al cuñado, que opto por dejarle la llave del edificio con un guardia que presta sus servicios en la cuadra, quien realiza rondines de vigilancia a cambio de una propina mensual, es decir, el vigilante igualmente es conocido y de confianza para la empresa.   Lógicamente, todo esto lo explico en un lapso de sesenta segundos al cuñado, en tanto que la amante, sucursal, amiga especial o como le llamara, tuvo que agarra al vuelo la historia y corroborársela al desconfiado cuñado y socio.  Al final, ese mismo día, para concluir la versión, debió ponerse de acuerdo con el guardia, quien (con un reconocimiento monetario) acepto confirmar frente al cuñado, por si este le preguntaba la versión de que efectivamente recibo el día anterior la llave de la empresa, con el encargo de entregársela a la cliente proveniente de otra ciudad, una situación sorteada muy difícilmente.

Con esto quiero dejar claro que debemos ser bien creativos cuando cometamos un error que pueda poner en peligro nuestra doble relación.



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