15.5.12

Otras excusas o pretextos para reencontrarse, aunque este presente su pareja o firme.

En las situaciones anteriores y en los respectivos ejemplos un rasgo distintivo era que en todos al convenir el siguiente encuentro no se hallaban presentes su esposa o la pareja de ella o la de ambos.   En cierto modo, esto facilitaba el acuerdo con la dama elegida para seducir.  Sin embargo, también puede darse la situación en que no tengas mas remedio que pactar ese segundo encuentro en presencia de su conjugue, o frente al esposo de ella.   Esto realmente requiere mucha audacia y creatividad.

El punto es que, circunstancialmente, la platica entre ambos deberá efectuarse teniendo como testigo a una o ambas parejas, quizás por celos una de estas, o porque no hay lugar donde moverse en el sitio en que están, entre otras cosas.

Este tipo de situaciones de ninguna manera deberían constituir obstáculos inevitables o insalvables para consumar la seducción, al contrario, antes bien deberían servirte de estimulo para aumentar tu creatividad y trascender los limites de tu osadía.

El asunto es que, en estos casos, si no es posible que converse con ella sin la presencia de su pareja o la de ella, entonces deberás ser muy cauteloso en cuanto a los mensajes generados entre los dos.   También será necesario que ambos se aseguren hacer participar a sus respectivas parejas, en el curso de la conversación, para no excluirlos sospechosamente del dialogo.

Finalmente, el desafío, consiste en sostener una conversación publica (con las parejas como esporádicos testigos) que concluya con el mismo acuerdo que en el caso anterior:  agendar un siguiente encuentro con un motivo inteligente e inocuo, sin levantar ninguna sospecha.

Por ejemplo un amigo mío  oftalmólogo que acordó con una amgia de la familia recibirla en su consultorio tres días mas tarde para un chequeo rutinario, ante su declaración (como parte de una inocente conversación) de que últimamente sufría de fuertes dolores de cabeza y con la supuestamente inocente intención del medico de descartar la necesidad de anteojos para la dama.

Lógicamente, esto motivo la aprobación de la esposa del medico, que se encontraba presente en ese momento, y el “agradecimiento” del esposo de la “paciente”, por el gesto “altruista” del galeno.

En mi caso sucedió hace algún tiempo, que preocupado por los exámenes escolares de mi hija y una compañera de estudios de ella, con cuya mama acordamos, frente a nuestros respectivos cónyuges, que yo las prepararía y reforzaría durante el fin de semana a los dos en matemática, para lo cual la compañera de mi hija debía venir a mi casa, lógicamente traída por su mama.   Esta esperaría en la casa mientras las niñas practicaban sus ejercicios matemáticas, coincidentemente , en un horario en que mi esposa estaba en su clase de piano que le llevaría toda la tarde, disponiendo desde luego del tiempo suficiente para entrar en profundas conversaciones.

Este tipo de situaciones son fuente de adrenalina pura, tensan los músculos y los nervios, aceleran drásticamente el pulso, pero cuando dan buen resultado te llenan de orgullo por graduarte con honores en la universidad de la vida, con doctorado en mujeres.   

Hasta una proxima oportunidad

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